sábado, 4 de junio de 2016

Comercio Justo en México

Es un comercio diferente al comercio convencional, que se basa en la justicia social, calidad de producto y el cuidado de la naturaleza. Fomenta una vinculación directa y de largo plazo entre pequeños productores y consumidores y  contribuye a la construcción de un modelo de desarrollo sustentable y solidario.


En el comercio justo, los productores obtienen un ingreso digno y estable que impulsa sus propios procesos de desarrollo económico, social y cultural. Por otro lado,  los consumidores reciben un producto de calidad certificada, elaborado con respeto a la salud y cuidado a la naturaleza.
El Comercio Justo debe su existencia en buena medida a las deficiencias del sistema globalizado de libre comercio que impiden la participación plena y digna de múltiples grupos sociales, entre ellos, de pequeños productores y consumidores.
Como consecuencia, hay una distribución inequitativa de la riqueza y de los recursos nacionales, altos índices de pobreza, marginación, carencia de servicios públicos y falta de consideración en general de una parte importante de la población mexicana, en particular de la población indígena.
El libre comercio y el libre mercado no son libres, ya que la participación activa está cada vez más restringida a las empresas económicas más fuertes, ya sean nacionales o trasnacionales.
En la convencional cadena productiva - industrial - comercial, la entidad que más beneficios obtiene y que menos riesgos corre es el intermediario comercial. Las fluctuaciones de los precios del mercado, resultado del libre comercio global y de la especulación, afectan principalmente a los pequeños productores y a los consumidores.
Las caídas extremas en los precios, muchas veces por debajo de los costos de producción, violentan el entorno económico, social, ecológico y cultural del pequeño productor, sin ofrecerle salidas dignas.
Los productos que recibe el consumidor, normalmente carecen de información en cuánto a la procedencia, contenido y calidad, además de que los precios llegan a ser más altos, como consecuencia de un exceso en el  intermediarismo.
El consumidor termina comprando al precio más bajo, aun al costo más alto, como las prácticas de explotación, injusticia comercial, daño y deterioro del medio ambiente, uso de químicos, transgénicos y otros, con las graves consecuencias a que esto conlleva y deriva.
El sistema de Comercio Justo ha sido hasta ahora el modelo más exitoso para ofrecer a los pequeños productores la opción de obtener ingresos mediante una relación comercial de largo plazo y de manera más directa entre productores y consumidores, en donde estos últimos obtienen productos de la mejor calidad y producidos de manera sustentable. Además, el sistema de Comercio Justo también ha demostrado que se puede avanzar rápidamente en la búsqueda de un camino para vivir con mayor dignidad y tener un desarrollo más integral, mediante un uso adecuado de los ingresos provenientes de un sistema comercial mejor.


Las principales características del Comercio Justo son:

  • Los productos provienen de pequeños productores organizados, democráticos, transparentes e independientes.
  • Los precios al productor cubren los costos de una producción sustentable y reconocen de su aportación al desarrollo integral.
  • Se establecen compromisos de largo plazo entre los productores y las empresas del mercado.
  • El mercado debe pagar oportunamente a los productores para que no sean obligados a malvender a los intermediarios.
  • Con el sello, al consumidor se le garantiza la calidad, el origen y la sustentabilidad de los productos.

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