En el porfiriato, los jardines de los clubes y las mansiones se convirtieron en algunos de los espacios ideales para que la clase alta organizara sus festejos. Se daban las llamadas garden parties, un nuevo concepto de entretenimiento que provenía de la Inglaterra victoriana. Las mujeres, acompañadas de sus maridos, llegaban con vestidos elegantes de colores claros y sombreros de veraneo para ser recibidas en el jardín por los anfitriones durante el transcurso de la tarde. Se ponían sillas y mesitas para que pudieran disfrutar de los bocadillos, acompañados de un buen té. Asimismo, se colocaban tapetes que les permitían recostarse sobre el pasto y disfrutar de la convivencia.
Cuando trabajadores británicos que llegaron a Pachuca a trabajar en las minas hidalguenses, llevaron a México el balompié, y organizaron el primer club de futbol mexicano, el Pachuca Athletic Club. El Gobierno porfirista promovió la instrucción física en las escuelas, y el mismo Díaz se ejercitaba diariamente.
Las modas no se quedaron atrás, pues la tienda de ropa El Palacio de Hierro proveía de un amplio catálogo de vestidos para damas y caballeros, según las modas francesas de fines del siglo XIX y principios del XX. Es importante destacar que a pesar de que se redescubría y admiraban las obras del México prehispánico, se menospreciaba a los indígenas contemporáneo, considerándolos como bárbaros y como símbolo de atraso para el país, a pesar de que eran el grueso de la sociedad.La gente que podía pagar comenzó a vivir como lo distaban los nuevos modelos de belleza e higiene. Imagínate que para ellos era nuevo, y un privilegio, tener agua corriente, drenaje y dormir en una recámara individual.
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